Genética
La
gran mayoría de los pacientes de esta enfermedad tienen o han tenido algún
familiar con dicha enfermedad. También hay que decir que una pequeña
representación de los pacientes de Alzheimer es debido a una generación
autosomal dominante, haciendo que la enfermedad aparezca de forma temprana. En
menos de un 10% de los casos, el alzhéimer aparece antes de los 60 años de edad
como consecuencia de mutaciones autosómicas dominantes, representando, apenas,
un 0,01% de todos los casos. Estas mutaciones se han descubierto en tres genes
distintos: el gen de la proteína precursora de amiloide (APP) y los genes de
las presenilinas 1 y 2. Si bien la forma de aparición temprana de la enfermedad
de Alzheimer ocurre por mutaciones en tres genes básicos, la forma más común no
se ha podido explicar con un modelo puramente genético. La presencia del gen de
la apolipoproteína E es el factor de riesgo genético más importante para
padecer Alzheimer, pero no permite explicar todos los casos de la enfermedad.
Aunque
la mayoría de los casos de Alzheimer no se deben a una herencia familiar,
ciertos genes actúan como factores de riesgo. Un ejemplo es la transmisión
familiar del alelo e4 del gen de la apolipoproteína E. Este gen se considera un
factor de riesgo para la aparición de Alzheimer esporádico en fases tardías
produciendo un 50% de los casos Alzheimer. Además de éste, alrededor de 400
genes han sido también investigados por su relación con el Alzheimer esporádico
en fase tardía. Así pues, los genetistas coinciden en que hay más genes que
actúan como factores de riesgo, aunque también afirman que existen otros que
tienen ciertos efectos protectores que conllevan a retrasar la edad de la
aparición del Alzheimer. Un ejemplo es la alteración en el gen de la reelina,
que contribuye a aumentar el riesgo de aparición del alzhéimer en mujeres.
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